Esta comunicación pretende analizar brevemente las características de dos líneas de aproximación al estudio de la traducción literaria: una que se basa en la consideración de la traducción como resultado y otra, más dinámica, que se desarrolla a partir de la concepción de la traducción como proceso, en la cual las estrategias de traducción no se reducen solamente a la consideración del plano lingüístico del texto origen sino que se basan también en la consideración de los planos espacial, temporal, los condicionamientos sociales y los factores de recepción del texto meta.