El trabajo reúne algunas reflexiones producidas en diferentes experiencias de formación continua de docentes, tales como los Programas de Postitulación y los talleres de formación curricular de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, los cuales forman parte de los proyectos de extensión.
Sostenemos que desarrollar conocimientos y reflexiones sobre las instituciones educativas es la base para la generación de intervenciones pedagógicas que permiten el mejoramiento de la realidad educativa actual. La experiencia desarrollada intenta avanzar en tal sentido, a través de encuentros en los que el saber académico se pone en tensión con la complejidad de la práctica concreta y cotidiana de las escuelas.
Para ello, se abordan tres dimensiones: una que refiere a lo histórico; la segunda orientada a la dinámica institucional y una tercera que se sitúa en la especificidad pedagógica. La primera refiere a su dimensión histórica. La escuela que toma como principio el futuro de los sujetos, asume la función de trasmitir el pasado. Es un juego de relaciones fundacionales: pasado-presente-futuro, en el que se necesita convertir a la propia escuela en objeto de estudio. Como creación humana, requiere ser desnaturalizada e indagada en su contexto de origen y producción social, política e ideológica.
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Otra dimensión refiere a su propia dinámica interna y su relación con el contexto actual, con sus nuevas demandas. Hoy las situaciones de riesgo educativo, abandono y deserción -entre otras-, implican en muchos casos la exclusión de la vida social de quienes no puedan acceder a los conocimientos que en principio, se imparten en la escuela.
Una tercera dimensión, situada en su especificidad, refiere a lo que denominamos "dimensión pedagógica de la escuela". Comprender esta dimensión como eje articulador de las prácticas institucionales, sitúa a los docentes, cuando definen los proyectos pedagógicos institucionales en forma colectiva, en la posibilidad de resignificar el papel socializador de aprender y enseñar en la escuela, reconstruir sus principales dispositivos y apostar al desarrollo de nuevas disposiciones que propicien un orden social más equitativo.
En el ejercicio de la docencia, estos procesos propician un análisis y un posicionamiento acerca de la trama de interacciones entre sociedad, institución educativa y sujetos, que promueven en los educadores y en las instituciones, el surgimiento y la elaboración de propuestas de intervención transformadoras, contribuyendo de este modo, a reflexionar y actuar en los caminos de la formación y el destino de la educación.
