Programar también requiere dominar diferentes herramientas informáticas tales como el uso de bibliotecas, compiladores, intérpretes, etc, que se suman a conocimientos y estrategias que conforman una manera de hacer, y sobre todo una manera de pensar.
Un gran referente de la educación en Ciencias de la Computación es el matemático Seymour Papert, creador -junto a Cynthia Salomon y Wally Feurzeig- del lenguaje de programación de la tortuga (Logo), que ayuda al pensamiento lógico-matemático y nos presenta a través de su propuesta la importancia de atender a las ?maneras de hacer?, pretendiendo focalizar en lo que se denominará como conocimiento práctico o ?conocimiento en uso?. Esto no significa enfocarse sólo en los ejercicios, sino también empezar a aprender aquellas prácticas que realizan quienes programan.
Por eso, en este texto vamos a hablar sobre prácticas computacionales, que son muy importantes en el área de la computación, además de necesarias para lograr entender qué y cómo estamos aprendiendo a programar. Karen Brennan y Mitchel Resnick definen estas prácticas como aquellas que se desarrollan a medida que una persona aprende y empieza a vincularse con los conceptos de Ciencias de la Computación. Son parte del proceso de pensar y de aprender centrándonos en cómo lo estamos aprendiendo.